La mayor perla europea del siglo XIV se abarrota fácilmente, pero no te puedes perder una visita a la Alhambra, uno de los complejos históricos más asombrosos y mejor conservados. De todas formas, Granada es mucho más que palacios moriscos. A tan solo 70 km de la costa y con Sierra Nevada al lado, puedes esquiar o tomar el sol en la playa, todo el mismo día.
Granada dispone de una excelente red de autobuses y muchos de ellos pasan por Gran Vía, la calle más transitada del centro. Hay taxis en abundancia, y el tren turístico es muy utilizado. Alquilar un coche es la mejor opción si quieres explorar Sierra Nevada, mientras que mucha gente prefiere caminar por Granada ciudad. Lleva calzado cómodo. No te arrepentirás cuando tengas que caminar sobre los adoquines del Albaicín o el Sacromonte.
Calor, calor y más calor es lo habitual en julio y agosto en Granada, aunque es un calor seco, así que no sudarás demasiado cuando explores la ciudad. Para temperaturas más suaves y cómodas para el turismo, la primavera y el otoño son cálidos y soleados. En enero normalmente sale el sol y la temperatura es agradable, pero puede hacer frío por la noche.
Catedral de Granada
La catedral de Granada fue construida por Isabel la Católica después de la conquista de Granada, y situada de forma polémica en el lugar ocupado por una mezquita. Sus interiores son luminosos y espaciosos, con techos muy altos. Esta imponente estructura gótico-renacentista es un recordatorio de la riqueza de la historia de la ciudad que merece la pena visitar. Explora la Alcazaba, los Palacios Nazaríes y el palacio de Carlos V con audioguía.