La capital belga es una de las gemas menos conocidas de Europa, pero merece la pena visitarla. Además de algunos de los mejores gofres y chocolates del mundo, la ciudad cuenta con una increíble variedad de cosas para ver y hacer. ¿No convencido? Aquí hay una muestra de lo más destacado.
¿Patatas Fritas? Patatas Fritas Belgas!
Como cualquier belga te dirá con orgullo, son los verdaderos inventores de la papa frita. Pruebe las papas fritas belgas y decida por sí mismo si el método de fritura doble tan promocionado vale la pena (se disfruta mejor junto con un cuenco humeante de almejas, que los restaurantes suelen servir con un lado sin fondo de papas fritas).