Mirar hacia arriba y observar los rascacielos de Nueva York no tiene precio, pero no se puede comparar con mirar hacia abajo y ver Nueva York desde lo alto de su rascacielos más famoso. Con sus distintas exposiciones y sus dos plataformas de observación, el Empire State Building es la mejor manera de contemplar Nueva York.
El Empire State Building terminó de construirse en 1931, pero este icono del art déco todavía mantiene su encanto. Los miembros del personal que están en la puerta principal, siempre sonrientes y vestidos de bermellón, te acompañarán al interior para que te adentres en este eterno clásico, con sus evocadores murales en paredes y techo.
El lugar más icónico de este rascacielos es el piso 86, en el que se han rodado escenas memorables de muchas películas (como Independence Day y Algo para recordar).
Las vistas desde aquí te dejarán sin aliento, en sentido figurado (bueno, quizás también literalmente). Tendrás vistas panorámicas de hasta seis estados desde la pasarela al aire libre y las galerías cubiertas.
Tómate tu tiempo para sacar alguna foto de Central Park, Times Square, el puente de Brooklyn y el One World Trade Center. Y no te olvides de tomar una foto imitando a King Kong pegándose con los puños en el pecho cuando escaló este edificio.
Si quieres tener tu propio guía que te acompañe desde la planta baja a la más alta, la aplicación oficial del Empire State Building es justo lo que necesitas. Descárgatela gratuitamente desde la App Store y Google Play.
¿Las alturas te han dado hambre? El Empire State Building tiene 7 restaurantes diferentes. Podrás escoger un menú cerrado en el State Grill and Bar, que también sirve cervezas artesanas locales y cócteles, o muy cerca también tienes Starbucks, Chipotle y Sushi-teria.
Si quieres probar algo distinto, el Empire Lights’Wich es un sándwich de helado artesano digno de Instagram que cambia para combinar con las luces cada noche!
El Empire State Building tiene música en directo de jueves a sábado a partir de las 21:00.